El Wwoofing, una nueva forma de viajar.

Si estás convencido que para conocer realmente un país debes ir más allá de los lugares turísticos, y te atrae el trabajo agrícola, quizás te sientas atraído por el concepto de Wwoofing.El Wwoofing, una nueva forma de viajar

El WWOOF (World Wide Opportunities On Organic Farms, u Oportunidades Mundiales en Huertas Orgánicas) es un concepto que nació en los años 70.  Sin intercambio de dinero, huertas orgánicas de más de 100 países ofrecen casa y comida a cambio de trabajo. De esta manera, los «turistas» sólo tienen que hacerse cargo de los pasajes hasta el lugar elegido, y a través de su trabajo estarán pagando el hospedaje y la comida.

Es una experiencia enriquecedora, porque los voluntarios se ven inmersos en un ámbito que no conocerían de ir a esos países como turistas tradicionales. Estarán en contacto con la gente de campo, aprendiendo un oficio al que luego pueden dedicarse en su lugar de origen. Los períodos en los que están en cada país son mucho más largos que los habituales en las vacaciones, por lo que tienen ocasión de aprender mejor las costumbres y el idioma.

Es una experiencia similar a la de los mochileros, pero en lugar de hospedarse en hostels, convivirán con granjeros, y aprenderán a realizar todas las tareas de una granja. Darán de comer a los animales, recogerán frutos, sembrarán… Una gran cantidad de cosas que, de otra manera, jamás experimentarían.

El sistema de Wwoofing funciona de un modo muy simple. El voluntario accede a la página web de la organización, completa un formulario y paga anualmente 38 dólares para acceder a toda la información que le permitirá contactar a granjeros y agricultores asociados. Una vez tiene los datos, puede acordar los plazos de trabajo, las condiciones, las reglas de convivencia y lo que debe llevar.

Con 11000 granjas alrededor del mundo, lo más probable es que todos encuentren el lugar en el que les gustaría permanecer una temporada, trabajando entre 4 y 6 horas diarias. El resto del tiempo pueden usarlo para conocer mejor las costumbres del país. Los viajeros vuelven siempre con muy buenos conocimientos de la actividad que estuvieron desempeñando. En muchos casos, vuelven otras veces. O se quedan definitivamente en el lugar.

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