Situada en la costa norte de Alicante, la ciudad de Calpe se asoma al Mediterráneo con todo su esplendor: el azul del agua, el sol, la arena de sus playas. Sus calles son rutas de pescadores que cuentan sus historias. Calpe es un refugio para el viajero y rezuma historia por todos los rincones.
Los fenicios en su ruta por el Mediterráneo encontraron refugio en el Peñón de Ifach, que es uno de los símbolos de la Costa Blanca. Los romanos se asentaron en los llamados “Baños de la Reina” y se dedicaron a la elaboración y comercio de salazones. Tiempo después, llegaron los musulmanes para dedicarse a la pesca y a la agricultura. Ya en el siglo XIII, la Corona de Aragón se anexionó estas tierras que fueron un lugar estratégico hasta finales del siglo XVIII.
Calpe es uno de los destinos turísticos más animados del litoral de la Costa Blanca. Una de sus fiestas más conocidas es la de los Moros y Cristianos en octubre, cuando Calpe se convierte en fuego y pólvora.
Calpe cuenta con 13 kilómetros de litoral donde encontrarás calas y excelentes playas para descansar y disfrutar del sol y el mar.
También puedes visitar sus monumentos, repartidos por todo el municipio: la ermita de San Juan, el Museo Etnológico “Casa Coco”, los «Baños de la Reina», la «Villa de Ifach”…
