El Castillo de Butrón, fantasía gótica en Vizcaya

Podría estar sacado de un cuento gótico, y, sin duda, no desentonaría como escenario para películas de miedo… o de hadas. El Castillo de Butrón, en Gatica (Vizcaya), surge entre el bosque sorprendiendo a propios y extraños. Muchos se preguntan cómo es posible que una construcción de estas características se encuentre en plena Vizcaya en lugar de… en un parque temático o, al menos, en un país de cultura distinta a la ibérica. Lo cierto es que no existen castillos como este en España. El Castillo de Butrón no sigue ningún estilo que incluya características arquitectónicas de tradición española. Por el contrario, si tuviésemos que hallar algunos ejemplos parecidos, deberíamos ir hasta Alemania.

Antes de que el Castillo de Butrón tomase las actuales formas, fue escenario de algunas de las batallas más crueles de la Edad Media en el País Vasco. A partir de la vieja torre de defensa del siglo XI, el edificio y toda la zona de la comarca de Uribe y alrededores se vieron sacudidos por las incesantes luchas de los señores feudales vascos. Los Butrones, los Oñacinos, los Gamboínos, son nombres de clanes que protagonizaban en aquella tierra una continua refriega en la que, a veces, no sólo se dirimían diferencias políticas o territoriales, sino personales y familiares.

Se cree que en el Castillo de Butrón tuvieron lugar trágicos acontecimientos derivados de estas luchas, en particular de la que mantenían los Butrones con los Gamboínos, apoyados éstos por los agromonteses y el poderoso reino de Navarra. Los violentos asaltos, pillajes, masacres de familias enteras e incendios eran una constante en estas choques, llamados las Guerras de Bandos o banderizas.

No fue hasta el siglo XIX cuando el Castillo de Butrón adquirió las formas con que hoy sorprende al visitante. Al Marqués de Cubas, su diseñador, le quedaban lejos las viejas batallas medievales. Puso su fantasía arquitectónica al servicio de una construcción que adquiriría caracteres, sobre todo, de los castillos bávaros alemanes. Almenas, un buen número de torrecillas cúbicas, techumbres cónicas, recovecos, pasadizos, ornamentos de inspiración gótica… El Castillo de Butrón, cuyo futuro es incierto, se halla en buen estado de conservación y, sin duda, no defraudará a quien se acerque a admirarlo.

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