Nacional de Espana, Tenerife

Las Islas Canarias ofrecen al viajero mucho más que turismo de sol y playa. A los sobrecogedores paisajes volcánicos, las distintas zonas climáticas que se pueden encontrar en las distintas partes de las islas y las playas de ensueño, se une otro espectáculo natural cada vez más escaso en nuestros días: el cielo estrellado.

Aunque hace años que dejó de verse la Vía Láctea desde las ciudades, todavía es posible divisar nuestra propia galaxia en algunas zonas rurales alejadas de los principales núcleos de población. No obstante, el lugar más privilegiado para disfrutar de las maravillas celestes desde España son las Islas Afortunadas.

En Canarias se encuentra el observatorio astronómico más importante de Europa: el Observatorio del Roque de los Muchachos, inaugurado en 1985 en la isla de La Palma. Las condiciones climáticas tan específicas de La Palma y su situación geográfica, en medio del Océano Atlántico, propician la formación de un mar de nubes que se sitúa entre los 1.000 y los 2.000 metros de altura. Estas nubes actúan como un auténtico espejo e impiden que la contaminación lumínica de las poblaciones costeras dificulte la observación de las estrellas.

En Tenerife se encuentra el Observatorio de Izaña, también conocido como «Observatorio del Teide», que depende del Instituto de Astrofísica de Canarias, dedicado principalmente a la observación solar.

Canarias cuenta con una legislación pionera en España que protege el cielo y regula las condiciones de iluminación para evitar la contaminación lumínica. Hace dos décadas, el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) sentó las bases del alumbrado inteligente y la protección efectiva de la observación astronómica. Tras una solicitud formal planteada a la UNESCO, este organismo declaró el cielo nocturno como Derecho de las Generaciones Futuras, habida cuenta de su importancia en nuestros mitos, en la ciencia, en las artes y en la filosofía.

El cielo de las islas es un atractivo turístico de gran valor. No en vano, desde toda Europa llegan aficionados a la astronomía que pasan unos días en las cumbres de las islas para tomar fotografías del cielo nocturno. Este turismo de calidad es un filón que algunos establecimientos hoteleros ya han empezado a explotar. Así, en el Parador Nacional Cañadas del Teide, además de poder disfrutar de algunos de los platos más emblemáticos de la cocina canaria -como el puchero, el conejo al salmorejo, las papas arrugadas o los mojos-, el huésped tiene a su disposición dos telescopios. El emplazamiento del Parador, a 2.152 metros sobre el nivel del mar, es idóneo para la observación del cielo estrellado. Así que la próxima vez que visite Canarias, no olvide dirigir la mirada hacia arriba: el espectáculo está garantizado.

Los hoteles baratos en Tenerife se distribuyen alrededor de varias zonas. El principal núcleo turístico del Norte de la isla se encuentra en el Puerto de la Cruz. En el Sur encontramos tres zonas: Costa Adeje, Playa de las Américas y Los Cristianos. El Norte es verde y exhuberante, mientras que el Sur es seco y árido. En la isla es posible encontrar siete climas perfectamente diferenciados. Otro importante destino es la capital, Santa Cruz de Tenerife.

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