Parque Natural de las dunas de Liencres, Cantabria

Liencres pertenece a Piélagos, a apenas 9 kilómetros de Santander y allí está parque natural de las Dunas de Liencres. Una preciosa extensión de 195 hectáreas en la desembocadura del Río Pas. Dentro de este enclave encontramos un montón de calas y dos playas de gran extensión, la de Valdearenas y la de Canallaves.

A las playas se accede a través de un bosque, un pinar que ha formado parte de un trabajo de reforestación de la diputación para ayudar a fijar las dunas y para crear una opción de ocio para los turistas. Así que, tras atravesar las dunas (donde algunos aventureros practican sandboard), empieza la primera parada obligatoria: un pequeño picnic para saborear la magia de la naturaleza más pura antes de presenciar el paisaje playero más originario.

Se pasa por un acantilado, pequeño, que muestra la majestuosidad del mar Cantábrico y ya se ven kilómetros y kilómetros de arena pura para poder pasar el día sin el jaleo que se sufre en las más masificadas o turísticas. Cantabria es infinita, dicen, y esta playa bien es ejemplo de ello.

Este emplazamiento natural otorga a esta playa una belleza absoluta y premia al bañista con la  la privacidad tan codiciada que ya no se tiene en épocas de veraneo. No hay más opciones de ocio que dedicarse a estar con quien vayas y lo que tú quieras llevar a cabo. No hay chiringuitos, ni puestos de comida, ni siquiera hay demasiada gente quizá por lo peligrosa que a veces es. Sólo un puesto de la cruz roja con bandera normalmente amarilla y a veces incluso roja. Esto es un inconveniente para el bañista, que debe tener más cuidado de lo habitual a la hora de meterse en el mar, pero no así para los surfistas que ven aquí un paraiso para practicar su deporte. Es muy común ver a los niños tirándose por las dunas rodando como medio de diversión. Las playas de Liencres son la maravilla hecha arena y mar.

 

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