Desde cualquier lugar de Europa o el extranjero podrás acceder a Irlanda, teniendo la oportunidad de vivir una experiencia única con una naturaleza pura y muy vibrante. En el Reino Unido, por otra parte podrás contar con un espacio en donde poder contemplar la mejor arquitectura, museos y sobre todo un gran punto de apoyo para observar una de las zonas turísticas más visitadas y globales de Europa.
Comunicarte entre los dos espacios será muy fácil ya que en un promedio de tiempo de ocho horas y gracias al ferry en compañía de las autovías podrás llegar de manera segura desde un destino al otro. En Irlanda no dejes de visitar los acantilados de Moher, un espacio natural repleto de senderos y amplias zonas de expansión en donde el horizonte se presentará como un espacio fundido con la tierra, creando un solo paraíso.
Otro de los lugares más destacados para visitar será el “Rock of Cashel”, una antigua abadía ubicada en el campo, que está actualmente en ruinas. Los stonehenge y los templos mortuarios te sorprenderán ya que vivirás un ambiente totalmente mágico y místico. Mientras tanto, en Reino Unido, únete a la visita al “Big Ben”, característico por ser uno de los símbolos más reconocidos junto al Palacio de Westminter o el “Big Ben” que se sitúa en la Torre del reloj del Palacio, mostrando una deliciosa visión al anochecer. Si eres un amante de las plantas y la naturaleza, no dejes de visitar “El Proyecto Edén”, un complejo donde se ubican decenas de invernaderos donde habrá diversos tipos de plantas que provendrán de todo el mundo, siendo una oportunidad excelente para conocer las plantas que no sean autóctonas del lugar de nacimiento del viajante o de la viajante. Su estructura es una de las más creativas del mundo, mostrando una semi-esfera compuesta con formas geométricas (pentágonos) y un tono azulado, que hará que te maraville desde el principio.
