Después de unas buenas vacaciones, merece la pena tener algo con lo que recopilar los mejores momentos para tenerlos siempre a mano. El fotolibro o libro de fotos es un formato de moda, como una evolución del álbum tradicional con el que podemos no sólo recopilar las imágenes de un viaje o de otra ocasión, sino también ordenarlas y editarlas como más nos guste en un libro personalizado con los textos que queramos incluir.
Crear un fotolibro de manera sencilla
Aunque pueda parecer una tarea compleja, lo cierto es que se puede hacer de forma sencilla y entretenida con aplicaciones como la que ofrece Hofmann, una conocida firma de productos personalizados con fotos. Descargándola desde su web para Windows, Mac o iPad, el usuario puede configurar de forma automatizada pero muy personal su propio fotolibro:
- seleccionar las fotos,
- aplicarles filtros y efectos,
- escribir los textos
- y colocarlos sobre las páginas tal y como se verán en el resultado final, disponible en varios formatos.
Al tratarse de un artículo tan personalizado, es posible adaptarlo exactamente a lo que se esté buscando, tanto si se trata de un álbum de vacaciones como de cualquier otra idea. Además, el mismo programa permite encargar otros productos: calendarios, tarjetas, tazas o ampliaciones para decorar en diversos tamaños y materiales. Múltiples opciones para conseguir el recuerdo que más apetezca o para regalar, por ejemplo, a quienes fueron compañeros de viaje.
El libro de fotos se entrega a domicilio en cuestión de días y al abrirlo sorprende por su calidad y su vistosidad. Es una auténtica gozada visual para hacer justicia a las fotos más espectaculares; un formato muy completo con el que se pueden poner imágenes e información en orden y en contexto para después darse el gusto de sostenerlo entre las manos. Se convertirá seguramente en una de las estrellas de la estantería.
Cuando nos apetezca, tendremos una forma de trasladarnos a aquellos momentos especiales, volver a disfrutar de la mejor forma posible de las fotos que tomamos y las impresiones que nos causaron: paisajes asombrosos en lugares remotos, paseos por las ciudades que siempre habíamos soñado con visitar, aventuras que parecían imposibles, paraísos en los que nos olvidamos de todo por unos días, fines de semana románticos e inolvidables… aunque se les puede dar muchos otros usos, los fotolibros son especialmente ideales para terminar de aprovechar unas vacaciones y, en cierto modo, seguir disfrutando de ellas durante años y años.