Cuando pensamos en Egipto lo primero que se nos viene a la mente es su historia milenaria, sus pirámides y personalidades destacadas como Cleopatra y Tutankamón. Pero Egipto ya no es ese estilo de país, sino una nación moderna que se adapta a la realidad del Siglo XXI como cualquier otro país del mundo.
Cabe destacar que, de todos modos, la pobreza en este país africano es muy notoria, alcanzando niveles alarmantes en su gran mayoría de la población. Pero ya volveremos sobre este punto más adelante.
Actualmente Egipto ostenta ser uno de los países más poderosos del planeta y uno de los más poblados. Sin embargo, con su superficie mayormente cubierta por el desierto del Sahara, los egipcios viven en un 99% en los alrededores del río Nilo que, como antaño, también es el epicentro de la nación.
Incluso, si hacemos el ejercicio de ver con un mapa satelital a Egipto por las noches, podremos observar cómo los alrededores del Nilo están completamente iluminados por la cantidad de personas que consumen electricidad en sus laderas, y el resto del país se encuentra a oscuras. Esto se debe, como ya dijimos, a que la población se ve completamente centralizada cerca de este río, que es su mayor fuente de recursos.
Egipto hoy día es el país número 14 en el ránking mundial de población, con 100 millones de habitantes. La antigua religión egipcia fue desplazada y hoy la inmensa mayoría de los egipcios son musulmanes. Su nombre oficial así da cuenta de ello: República Árabe de Egipto.
Egipto, como sucede con muy pocos países tales como Turquía y Rusia, comparte su territorio entre dos continentes distintos. África en su gran mayoría territorial y su parte oriental, la península del Sinaí, ubicada en Asia.
Es por ello y por su cultura, historia y ubicación geográfica, que a Egipto se lo considera como parte de lo que se conoce como Medio Oriente.
El Cairo, su ciudad capital, es una de las más densamente pobladas y la tercera potencia económica de toda África. Esto se debe a que esta ciudad es uno de los centros financieros más importantes del continente, y se le suma su gran industria.
En la actualidad, este país milenario es la segunda potencia económica de África, con una economía similar a la de Argentina, por ejemplo. Egipto exporta principalmente petróleo, productos químicos y textiles.
Lo que destaca por sobre todas las cosas en este país es el Canal de Suez, este sitio geográfico que se ha convertido en la ruta más rápida que facilita todo el comercio entre Europa y Asia y, por ser por mar, el camino más corto para conectar estos dos continentes.
Por este motivo, el Canal de Suez se convirtió desde hace ya mucho tiempo en uno de los tres puntos estratégicos más importantes del planeta.
A pesar de todas estas ventajas competitivas, Egipto no es un país rico para su población. Si lo comparamos con el resto de África, sí está ubicado entre las posiciones más privilegiadas, pero si la comparativa la hiciésemos con las naciones americanas, Egipto sería uno de los cinco países más pobres del continente americano, con un nivel de riqueza similar a países como El Salvador o Bolivia y siendo tres veces más pobre que México y Argentina y la mitad de rico que Perú y Colombia.