Es el principal centro religioso del Reino Unido.
Sobre el río Stour, en el condado de Kent y a algo más de dos horas de Londres, se encuentra probablemente la Catedral más hermosa de toda Inglaterra. La Catedral anglicana de Canterbury es mundialmente conocida y fue construida entre los siglos XII y XVI. Sede del arzobispado de Canterbury, cuyo primer arzobispo fue San Agustín, quien la innauguro.
No se libra, como todo centro religioso de historia y relevancia, de una historia oscura a su alrdedor en determinados momentos de su historia, como, por ejemplo, el asesinato de Thomas Becket. Amigo del Rey Enrique II, parecía apoyas las pretensiones de éste sobre una soberanía total del reino inglés tanto en la corona como en los eclesiástico. Sin embargo, una vez nombrado arzobispo, su fidelidad con Roma aumentó y se convirtió en garante de la jerarquía eclesiástica causando las iras del Rey, a quien, en alguna ocasión se le oyó decir «¿no habrá nadie capaz de librarme de este cura?». Parece ser que unos soldados le tomaron la palabra asesinando al arzobispo en su propia «casa». Su tumba se convirtió, desde entonces, en lugar de peregrinaje y el arzobispo en martir. El propio Rey tuvo que pedir perdón y redimirse dejando de lado su idea de hacer del poder del reino algo absoluto.
Para apreciar en todo su esplendor las dimensiones de la espectacular catedral es recomendable empezar a pasearla por fuera para hacerse una idea de todo lo que abarca y así además darse cuenta del paso de todos los estilos por los que pasó en su construcción, desde el romántico al gótico. En el interior, de una vista, es imposible apreciar todo el laberíntico despliegue de columnas y capiteles que conforman cada recoveco.
Una de las peculiaridades son las vidrieras, espectaculares. Fueron bombardeadas en 1942, durante la II Guerra Mundial pero, afortunadamente, los lugareños en vista de lo que se acercaba cambiaron las originales por otras de sustitución que fue las que fueron destruidas.
Al margen de la Catedral la ciudad no tiene mucho más que ofrecer que se pueda ver en cualquier otro pueblo típico inglés. Unas pequeñas calles compuestas por casas bajas y algunos parques alrededor.
En Canterbury también se inspiran los «cuentos de Canterbury» de Geoffrey Chaucer.