Viajar a La Toja

Viajar a La Toja puede no resultar demasiado caro, pero disfrutar de algunos de sus mayores atractivos, como el famoso balneario, no está al alcance de todos los bolsillos. Y mucho menos utilizar instalaciones y servicios de primera clase, como el campo de golf, o catamaranes con base transparente desde donde se puede navegar mientras se admira el paisaje submarino.

Esta isla de Galicia, bucólica como pocas en España, se halla en las Rías Bajas, a poca distancia de El Grove y de la ciudad de Pontevedra.

El balneario de La Toja posee un auténtico tesoro de aguas termales con propiedades medicinales que, desde antiguo, hacen las delicias de cuantos tienen la oportunidad de viajar a sus instalaciones. Los alrededores poseen el encanto de un ambiente donde el suave clima oceánico ha ido conformando un dúctil paisaje de verde y azul. La vegetación y el mar se mezclan en el recuerdo de quienes viajan a La Toja, como difícil es olvidar el paseo por el puente del siglo XIX que une la isla a El Grove.

Pero viajar a las islas gallegas no se limita a viajar a La Toja. Tanto las Islas Cíes, como las llamadas Islas Atlánticas, ofrecen auténticos paraísos alejados del turismo masivo que padecen otros destinos, también en Galicia. En estos lugares, sin embargo, hallaremos más oportunidades para encontrar un albergue o casa rural que en La Toja.

Viajar a La Toja, cuyo nombre, por cierto, proviene de la expresión prerromana ‘zona fangosa’, se convirtió en un lujo desde que se descubrieron las beneficiosas propiedades de las aguas que atesoraban sus manantiales. Antes de que manos privadas convirtieran La Toja en destino de gente pudiente, los pastores de El Grove solían alimentar a su ganado con los ricos pastos que brotaban de una de las más míticas islas españolas.

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