A veces, los viajes tienen diferentes interpretaciones. En su etapa inicial, te predispones ante cada nueva escapada con el deseo de tener una vivencia inolvidable. ¿Pero cuántas veces vuelves a casa con la amarga sensación de que nada ha sido como esperabas? A veces, esta sensación es responsabilidad propia. En este artículo te contamos qué cosas te impiden pasarlo bien.
Cosas que te impiden disfrutar
- 1. Idealizar en exceso la experiencia del viaje, creer que todo va a ser de película. Ante expectativas tan altas, es casi inevitable que te sientas defraudado.
- 2. Viajar con la compañía equivocada. Es recomendable hacer amigos con personas con las que ya tienes la confianza suficiente. De lo contrario, es muy posible que en la convivencia intensa de un viaje surjan muchas diferencias.
- 3. Seguir conectado a las novedades del trabajo, atendiendo llamadas de teléfono de la oficina o cualquier otro aspecto laboral. Para que el viaje tenga un valor de descanso, debes marcar una distancia respecto de la oficina.
- 4. A algunas personas, lo que les impide disfrutar de sus viajes es el miedo al avión. Un temor que produce un malestar que solo comprende aquel que lo siente. Otra forma de malestar es el mareo que también sufren tantos viajeros cuando se desplazan en autobús durante muchos kilómetros.
- 5. Planificar un viaje desde la perspectiva teórica del control cuando en realidad, en un viaje también pueden surgir un montón de imprevistos que trascienden a tu voluntad.
- 6. No tener tu propio espacio. En ocasiones, con mucha frecuencia, las personas que viajan en familia también tienen discusiones durante la escapada. ¿Por qué motivo? Porque convierten el viaje en un plan continuo de estar juntos. Sin embargo, es muy saludable que cada uno tenga su propio espacio.
- 7. Querer ver muchas cosas en muy poco tiempo. Esto puede arruinar tu experiencia de felicidad en viajes breves de los que vuelves literalmente agotado y con la sensación de no haber disfrutado de las maravillas del lugar con tranquilidad. En esos casos, es recomendable priorizar los puntos de interés.
- 8. Viajar en un momento en el que la mejor idea no era hacer esa escapada. Por ejemplo, cuando estás saturado por una lista interminable de cosas y te vas de viaje con la sensación de tener un montón de asuntos pendientes al regresar. Entonces, acumulas estrés a tus espaldas.
- 9. Comparar tus viajes con las fotos de película que otras personas comparten en tus redes sociales también puede estropearte el momento en la era digital.
- 10. Vivir el viaje como una huída de escape de los problemas. Esto ocurre con frecuencia durante las vacaciones de verano cuando el regreso se convierte en la frustración de retomar una rutina agónica. Un viaje, por sí mismo, no soluciona nada porque tiene principio y final.
Y a veces, aquello que te impide disfrutar de los viajes es, precisamente, recordar el objetivo principal de pasarlo bien. O incluso, iniciar ese viaje sin ningún tipo de objetivo previo.