Aunque muchos aún no lo sepan, en un lugar de Laponia, existe un hotel hecho completamente de hielo y cuando decimos completamente… nos referimos a todo.
Hace ya muchos años, los habitantes de esta zona de Laponia, decidieron hacer una especie de evento, en el cual, las personas que allí vivían pudieran exponer a las personas cercanas y pueblos vecinos, las esculturas que edificaban en hielo, ya que eran un motivo de orgullo.
Emocionados, durante meses, los lugareños empezaron a planificar todo el evento, pero en un momento determinado, se dieron cuenta de que no habían pensado nada para resguardar las esculturas, así que se les ocurrió crear un iglú para hacerlo.
Cuando llegó el día del evento, miles de personas acudieron, sobrepasando por mucho el número de lugares que se habían planeado para dormir, ya que la idea era que pasarán la noche en el lugar.
Cuando se dieron cuenta que el evento había sobrepasado sus expectativas, uno de ellos, pensó, que si habían ido a ver las esculturas, ¿que tenía de malo que durmieran con ellas?
Esa noche, los lugareños le propusieron a los turistas quedarse a dormir entre las estatuas de hielo, a lo que ellos asintieron felices, ya que era una “aventura” repentina.
Antes de irse, los lugareños acomodaron el lugar y les dieron unas nociones básicas de cómo usar el baño de hielo o como dormir de la forma correcta para no helarse, entre otras cosas. Cuando amaneció, fueron a buscar a los turistas y estos estaban tan maravillados con la noche que habían pasado que quisieron repetir la experiencia, eso sí, después de un baño caliente en una sauna para evitar que no se congelasen.
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Desde ese día, el «iglú» que fue creado para resguardar estatuas de hielo es uno de los hoteles más famosos y curiosos del mundo entero visitado por cientos de turistas todos los años.