Desde hace unos años, el turismo rural está en auge. El contacto con la naturaleza y desconectar de las grandes ciudades es lo que 
buscan los miles de turistas que se decantan por un viaje más saludable y relajante.
El turismo rural es mucho más que una oferta de productos y servicios en el campo, algo más que cualquier modalidad turística. Porque implica una nueva manera de entender el hecho de viajar, otra sensibilidad, una actitud positiva ante esos “otros pequeños mundos”, las culturas locales, sus paisajes, su naturaleza y sus gentes. Este nuevo viajero quiere conocer, pregunta, disfruta descubriendo y se enriquece en cada viaje.
Además la creciente oferta y éxito de este tipo de turismo ha incrementado la economía de muchos parajes deshabilitados y ha fomentado la rehabilitación de casonas, casa viejas, casas señoriales, monumentos, edificaciones agrícolas…revolucionando la oferta turística española.
La aventura es un componente importante en el turismo rural: las excursiones, senderismo, paseos a caballo, actividades acuáticas… aportan valores diferenciales a este tipo de turismo, sobre todo si viajas en grupos de familiares o amigos. La gastronomía es también uno de sus puntos fuertes, comer platos típicos con productos de alta calidad resulta un gran atractivo para turistas y visitantes.
Existen muchísimos destinos para practicar el turismo rural ya que este sector ha ido creciendo en forma directamente proporcional al consumismo de las grandes ciudades, convirtiéndose en verdaderos oasis de paz en los cuales refugiarse cada cierto tiempo y así recargar energías.
