Descubre Formentera, el pequeño paraíso del Mediterráneo

Con apenas 83 kilómetros cuadrados de extensión, la isla de Formentera se ha convertido en un pequeño paraíso del Mediterráneo. Y es que la más pequeña de las Baleares es, por idiosincrasia propia, “una verdadera isla”, tal y como recuerdan desde el mismo Portal Oficial de Turismo. ¿El motivo? Al no tener aeropuerto solo es posible llegar a ella por vía marítima. Una peculiaridad que, lejos de desanimar a los turistas y visitantes, se ha convertido en sinónimo de calidad.

Una calidad que se ve reflejada en la tranquilidad que se respira dentro de ella, en la calidad de sus playas y calas, así como de sus aguas. Formentera es, en definitiva, el lugar perfecto para desconectar y disfrutar de unas vacaciones alejadas del bullicio turístico habitual en estas fechas. ¿Quieres conocer más de ella? Pues sigue leyendo, te contamos algunos de los puntos más importantes e interesantes para disfrutar al máximo de Formentera.

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Cómo llegar a la isla de Formentera

Como hemos visto, a Formentera solo se puede llegar por mar. Entrar en la isla es parte de la aventura. Y aunque algunos afortunados pueden permitirse el lujo de llegar en yate privado (¡qué envidia!), para la mayoría de nosotros, mortales de a pie, la opción más práctica y accesible es tomar un ferry desde Ibiza.

En las tierras ibicencas, compañías como AquaBus cuentan con viajes regulares que conectan ambas islas en menos de una hora, siendo el recurso más rápido y económico. Con ferries espaciosos y bien equipados, podremos llevar equipaje sin problemas e incluso viajar con mascotas.

Una vez superada esta primera fase de nuestra aventura en Formentera, toca adentrarnos en todas esas joyas naturales que han convertido a la isla en uno de los tesoros más preciados del Mar Mediterráneo.

Qué hacer y ver en Formentera: un itinerario completo

Los amantes de las playas y calas van a encontrar en Formentera su paraíso particular. Sus aguas cristalinas y sus dunas de arena blanca la convierten en un destino de postal. En ellas, además, es posible practicar una amplia variedad de deportes acuáticos a la vez que se disfruta de un entorno natural de inigualable belleza.

Entre su oferta, la Playa de Ses Illetes es, sin duda, una de las más famosas de la isla. Un poco más alejada de esta está Caló des Mort, una pequeña cala escondida, que es ideal para quienes buscan tranquilidad, siendo además perfecta para el buceo y el snorkel.

En el caso de visitar Formentera en familia, si bien las dos anteriores son una buena elección, con la Cala Saona se da en la diana. Sus aguas tranquilas son ideales para los niños, y las opciones de alojamiento y restaurantes en las cercanías facilitan la estancia. Otras calas como Platja de Migjorn, la más larga de la isla, Es Pujols, o Cala en Baster, son también magníficas.

Además de las calas y playas, los faros son otro de los recursos turísticos y arquitectónicos más relevantes en la isla balear. Entre los existentes, el Faro de la Mola, en el extremo este de la isla, es uno de los lugares que más magia de Formentera. Entre sus puntos de atracción más fuertes destaca las vistas que ofrece.

Ubicado en el borde de un acantilado a 120 metros sobre el nivel del mar, desde su situación cualquier persona puede disfrutar de unas impresionantes vistas al Mediterráneo, así como de un entorno natural maravilloso. Sobre todo cuando se ve durante la salida o la puesta del sol. Otro de los lugares que hay que visitar sí o sí en Formentera es el Cap de Barbaria.

Entre los pueblos, Sant Francesc Xavier, la capital de la isla, destaca por su ambiente bohemio y sus tiendas de artesanía y restaurantes acogedores. Es Pujols, de atracción pesquera, es el centro de la vida nocturna de la isla. Y, en el Pilar de la Mola, con su iglesia y su famoso mercado hippie, nos podremos sumergir en la cultura local propia del mediterráneo.

Para terminar este recorrido, el Parque Natural de Ses Salines, con sus dunas, salinas y flora y fauna únicas, es ideal para el senderismo y la observación de aves. Los amantes del ciclismo también pueden hacer rutas al tiempo que disfrutan de unos paisajes que varían desde costas escarpadas hasta campos de higueras y viñedos.

Formentera es un destino que combina belleza natural, cultura, historia y aventura. Todo en un único paquete que, a buen seguro, garantiza una experiencia inolvidable para cualquier viajero. Independientemente de que busquemos relajarnos o estemos en busca de las actividades deportivas que ofrecen sus aguas, Formentera tiene algo que ofrecer.

Por todo ello, la isla más pequeña de las Baleares es más que un destino. Es una experiencia. Es un paraíso mediterráneo. ¿A qué esperas para vivir tu propia aventura en Formentera?

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