Cartagena de Indias es una hermosa ciudad que mantiene vivo su pasado histórico en las murallas, así como los balcones coloniales y las iglesias.
Entrega un recuento de su historia y el legado de ancestros que la hicieron grande y la convirtieron en uno de los destinos turísticos más importantes del país.
El encanto mágico se hace evidente en sus fortificaciones asimismo como en la amabilidad y la alegría de su gente, la imponente belleza de su arquitectura y las expresiones culturales de un pueblo lleno de valentía y coraje.
El lugar llama al romanticismo y es allí, dónde se viven historias y leyendas fascinantes en las esquinas de las calles empedradas, plazoletas y murallas, que aguardan la noche para evocar luchas del pasado y vivir momentos de paz en el presente.
La ciudad amurallada, turística y comercial
Los monumentos, antiguos claustros, iglesias, baluartes y vestigios de cruentas batallas se levantan auténticos en la ciudad antigua y son el testimonio de hombres y mujeres invencibles que dieron libertad a la “ciudad heroica”.Desde las murallas, con una hermosa vista al mar, la noche se hace cómplice de fiestas inigualables que se extienden ver los primeros rayos de sol, cubriendo con luz brillo, el misterio nocturno.
Cartagena de Indias goza de una estratégica ubicación, ideal para el desarrollo turístico, industrial y comercial. Es reconocida por la UNESCO como Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad debido a su rica historia, desde que fue fundada en 1533.
Para disfrutar de unas verdaderas vacaciones bastará con armar la maleta y partir; el sol radiante, la playa, la brisa y el mar, se ponen a disposición del turista, ofreciendo así sus espectaculares paisajes en el ambiente tropical de la ciudad, o bien, alejados del ruido y la civilización. Cartagena agrega a las maravillas de su arquitectura colonial, republicana y moderna, el atractivo de festivales culturales, hermosos paisajes, y playas, típicas gastronomía y una inmensa infraestructura hotelera y turística.
Es muy emocionante observar las construcciones coloniales, el Palacio de la Inquisición, la Torre del Reloj, las murallas y el Castillo de San Felipe de Barajas, además de disfrutar la brisa cálida y tranquila desde sus parques y plazas.