Kenia es considerado por muchos como la «joya de África oriental”, y tiene algunas de las mejores playas del continente, la vida silvestre y el paisaje más magnífico, y una infraestructura turística muy sofisticada. Es una tierra de sorprendente belleza, desde los arrecifes de coral hasta las playas de arena blanca de la costa a la cumbre del Monte Kenia, coronada de nubes y extrañas plantas alpinas gigantes.
Entre estos dos extremos esta la acacia-sabana salpicada de laminación, que es el hogar de los parques naturales como Amboseli, el Masai Mara, Samburu y Tsavo, las tierras altas y exuberantes, agrícolas con su capa elegante, verde de plantaciones de café y té.
Por encima de todo, Kenia es un lugar para los safaris, y una décima parte de toda la tierra en Kenia ha sido designada como parques nacionales y reservas. Casi todos los animales de las llanuras de África están presente. Más de 50 parques y reservas cubren todos los hábitats del desierto al bosque y la montaña, e incluso hay seis parques marinos en el Océano Índico.
Kenia también tiene una población diversa y fascinante con alrededor de 40 tribus diferentes, todos con sus propias lenguas y culturas. Las tribus principales son los kikuyus, Luyia y Luo, pero los más famosos son los Masai, que todavía llevan un estilo de vida tradicional semi-nómades, lo largo de la frontera sur.
Kenia tiene algunas desventajas como destino turístico. Hay una presión enorme para comprar cualquier cosa y, a menudo a precios ridículamente inflados. Pero a pesar de esto, la gente es amistosa y la actividad del turismo es sumamente bien organizada y profesional. Para aquellos en busca de un poco de aventura, esto puede ser un destino turístico ideal.
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